Cómo promover la motivación en los empleados

29.06.2010 22:54

 Si tu PyME tiene pocos empleados seguramente ya has tenido la oportunidad de experimentar varios beneficios:

  • Mayor flexibilidad
  • Mejor capacidad de respuesta
  • Línea de mando corta
  • Mayor sentido de comunidad
  • Más oportunidades para impactar en los resultados tangibles de la empresa

Ahora bien, hay muchas estrategias para promover la motivación en los empleados y ciertamente la más recurrida son los bonos en dinero. Si bien es cierto que a todos nos gusta ganar más, también es cierto que el dinero no es el único ni el mejor motivador en todos los casos, entonces nos encontramos frente a frente con una oportunidad de oro para implementar recompensas individuales.

Siempre debes de reconocer el trabajo bien hecho. Para empezar, un empleado contento trabaja mucho mejor: obtiene mejores resultados, es más creativo proponiendo ideas y soluciones, y en general, proyecta una influencia positiva en el resto de la organización. Pero además ofrecerle una recompensa hecha a la medida provoca que el efecto motivacional dure por más tiempo, la persona se sabe apreciada y que su trabajo es valorado.

Es importante recordar que una persona que aún es productiva no necesariamente está motivada y que no a todos nos motiva por igual que nuestra fotografía esté en la pared junto con la placa de “empleado del mes”.

¿Cómo elegir la recompensa adecuada? Escuchando a tus empleados. Las personas hablan de aquello que les interesa. Cuando descubras algo que les llama la atención haz una pequeña nota y guárdala en su expediente, de este modo cuando llegue el momento de recompensarlos puedes tener las ideas a la mano.

Algunos ejemplos de recompensas individualizadas:

  • Horarios flexibles.  Permitir que entren y salgan más tarde o más temprano. Algunas personas prefieren trabajar muy tempranito por la mañana y tener la tarde disponible para sus actividades personales, mientras que otras prefieren tener más tiempo en las mañanas, trasladarse cuando ha bajado el tráfico de las escuelas, etc.
  • Trabajo remoto. También conocido como home office, algunas personas prefieren trabajar desde su casa y pueden ser incluso más productivos en pijama y pantuflas de conejito que sentados en las oficinas. Hoy en día existen muchas herramientas que lo permiten, email, chats y videoconferencias son algunas de ellas.
  • Actividades culturales y de entretenimiento. Entradas para conciertos o una suscripción para un taller musical, son recompensas poco habituales pero que muchas personas disfrutan enormemente. Si el concierto es en jueves un día libre al día siguiente nunca les caerá mal.
  • Asignar mayor responsabilidad. No es necesariamente una promoción de puesto, pero muchas personas disfrutan cuando derivado de un trabajo bien hecho les ofrecen la oportunidad de llevar a cabo un trabajo de mayor reto y responsabilidad. Estar a cargo de una cuenta o trabajar directamente con los clientes puede ser sumamente motivante.
  • Participar en una causa social. Hacer un donativo en su nombre, o mejor aún, involucrarse personalmente en una causa social. Hay personas que los motiva muchísmo el poder ayudar a los menos afortunados. Podrías organizar una colecta de juguetes para un orfanatorio, crear un centro de acopio para ayudar a personas que sufrieron una tragedia (como las recientes inundaciones) o juntarse varios a pintar una pared grafitteada. Si es importante para tu empleado demuéstrale que es importante también para tí.

No importa el tamaño de tu empresa, si es pequeña, mediana o grande. Lo que sí importa y demasiado es que los que colaboran en ella estén bien. La motivación genera productividad, la productividad genera utilidades, las utilidades permitan que la empresa sobreviva y siga adelante. En estas épocas difíciles tus empleados son la pieza clave para el éxito, hácelos saber.